En una empresa, circuló entre los empleados una “publicidad” que decía:
“¿Te encuentras solo? ¿Trabajas solo? ¿Odias tener que tomar decisiones? ¿Prefieres hablar de algo, en lugar de hacerlo? Entonces, ¿por qué no asistes a una reunión? Allí podrás dormir pacíficamente, descargar decisiones en los demás, aprender a escribir notas sin sentido y aburrir a tus colegas. Y todo esto en horario de trabajo!”
Este irónico aviso describe una situación común en las reuniones: la ausencia psicológica de los asistentes. Cuando se aburren, las personas pueden ser muy creativas para simular estar interesadas. Incluso, hay libros sobre “cómo matar el tiempo” en las reuniones. En ellos se presentan innumerables “planes de escape”. Para evitar que los participantes recurran a estos trucos, quien organiza -o conduce- una reunión debe motivarlos.
Reunirse es parte del trabajo, pero esto no quiere decir que los participantes no puedan pasar un buen momento. No debe confundirse diversión con frivolidad. Después de todo, ¿quién dijo que la seriedad -o la solemnidad- nos hacen más efectivos? A menos que el propósito de una reunión sea transmitir malas noticias, ¿qué nos impide incorporar un poco de humor?
Desde luego, celebrar reuniones con humor requiere una dosis de coraje. Las siguientes dinámicas -si bien resultan algo atrevidas- le ayudarán a incorporar el humor en sus reuniones:
Un chiste: los chistes son una buena técnica para distender al público y “romper el hielo”. Puede comenzarse una reunión con algo sorprendente que produzca una risa general. Si bien la primera reacción de los asistentes será soltar una carcajada, el chiste ubicará a todos en un mismo “clima” y los volverá más receptivos para hablar del tema.
Recepción: otro elemento que contribuye con la distensión de los participantes, es la bienvenida. Los primeros minutos de una reunión tienen un alto impacto en el desarrollo del encuentro. Se puede recibir a los asistentes de manera especial, entregándoles simplemente una golosina, o un presente.
Imágenes: las imágenes evocan una respuesta emocional en el público. Como vimos, se puede “dar vida” a un informe -o a una presentación- con ilustraciones humorísticas. Otra buena idea es abrir la reunión con un video que marque el tono para el resto del encuentro. Luego de mirar el video, todos los asistentes se encontrarán en un mismo “marco mental” y la reunión fluirá mejor gracias a ese momento compartido. De la misma manera, cerrar la reunión con un video puede motivar al público a aplicar lo visto en su trabajo. Las imágenes refuerzan los puntos clave y dejan a las personas con una o dos ideas resonando en la mente. Otra alternativa muy útil para construir camaradería y dar un sentido de comunidad, es filmar la reunión. Al cierre, se exhibe el video que muestra la experiencia compartida.
Se sabe que el humor y la creatividad están íntimamente relacionados. A medida que exploramos los beneficios del humor, descubrimos que es una fuente de energía que “enciende” el trabajo en equipo. Cuando planifique su próxima reunión… no se olvide de invitar al humor!